Astrólogo Mario Vannucci invitado en el programa Un Nuevo Día de TELEMUNDO para orar a la "madre tierra".

El astrólogo Mario Vannucci enseña una oración para pedirle a la "Madre Tierra" que tenga piedad en estos momentos de terremotos y huracanes.

Fuente: https://youtu.be/Dn7a0g9Jbhk

Comentario

La obra de Dios en la naturaleza no es Dios mismo en la naturaleza. Las cosas de la naturaleza son una expresión del carácter de Dios; por ellas podemos comprender su amor, su poder y su gloria; pero no hemos de considerar a la naturaleza como Dios. La habilidad artística de los seres humanos produce obras muy hermosas, cosas que deleitan el ojo, y estas cosas nos dan cierta idea del que las diseñó; pero la cosa hecha no es el hombre. No es la obra, sino el artífice el que debe ser tenido por digno de honra. De igual manera, aunque la naturaleza es una expresión del pensamiento de Dios, ella no es lo que debe ser ensalzado, sino el Dios de la naturaleza. {CPI 133.1}

En la creación del hombre fue manifiesta la intervención de un Dios personal. Cuando Dios hubo hecho al hombre a su imagen, el cuerpo humano era perfecto en toda su ordenación, pero no tenía vida. Entonces un Dios personal, existente de por sí, sopló en ese cuerpo el aliento de vida, y el hombre llegó a ser un ser vivo e inteligente que respiraba. Todas las partes del organismo humano entraron en acción. El corazón, las arterias, las venas, la lengua, las manos, los pies, los sentidos, las percepciones de la mente, todo inició su funcionamiento y todo fue puesto bajo ley. El hombre llegó a ser un alma viviente. Por Jesucristo un Dios personal creó al hombre y le dotó de inteligencia y poder. {CPI 133.2}

Nuestra substancia no le era oculta cuando fuimos hechos en secreto. Sus ojos vieron nuestra substancia, aunque imperfecta, y en su libro todos nuestros miembros fueron escritos, aun cuando no existía ninguno de ellos. {CPI 133.3}

Dios quiso que el hombre, por sobre todos los seres de orden inferior, como obra culminante de su creación expresase su pensamiento y revelase su gloria. Pero el hombre no ha de exaltarse como Dios. {CPI 134.1}