Las encuestas dicen que los evangélicos están mostrando más abiertamente sus simpatías hacia el candidato republicano a la presidencia.
Los evangélicos blancos de Estados Unidos cada vez se suman de una forma más decidida a la candidatura del republicano Donald Trump. Si al principio existía más simpatía por otros candidatos en la carrera republicana hacia la Casa Blanca, especialmente en la persona de Ted Cruz, hijo de un pastor bautista cubano, ahora que la suerte ha caído del lado del magnate de Nueva York, las encuestas dicen que los evangélicos están mostrando más abiertamente sus simpatías hacia Trump.
Así, a finales de junio, el instituto demoscópico Gallup hablaba de que un 66% de los blancos protestantes “muy religiosos” --que se vincula especialmente con los evangélicos o “nacidos de nuevo”-- veían con buenos ojos a Trump.
Es más, según Pew Foundation, ocho de cada diez evangélicos blancos apoyaría hoy a Trump, por el 73% que dio su confianza a Mitt Romney en 2012. Daniel Valle, médico español residente en Dallas y estudiante de teología del famoso seminario teológico de la ciudad tejana, nos explica que los evangélicos de los Estados Unidos “no conciben” votar demócrata, ya que estos defienden posiciones abortistas y a favor del matrimonio homosexual, elementos decisivos a la hora de definir el voto. Aún así, nos indica, Trump sí que genera reticencias pero tienen “confianza” en que será el partido republicano el que “dirigirá” la política de la Casa Blanca.
En este sentido, según el estudio, la mayoría de evangélicos blancos dicen que votarán “contra Hillary Clinton” más que a favor de Trump, ya que la candidata demócrata genera más rechazo que el actual presidente, Barack Obama. Una opinión que nos ha corroborado Matthew Leighton, profesor de Teología de IBSTE y natural de Georgetown, Colorado (EE.UU).
Según Leighton, Trump se ha demostrado como una persona “arrogante e inmoral” y, como político, “incoherente”; pero muchos evangélicos blancos le votarán como la opción “menos mala”. Sin embargo, advierte que también hay sectores que votarán “en blanco o a nadie” para forzar que el partido republicano recupere sus valores tradicionales a largo plazo.
Movilizar el voto evangélico blanco es, de hecho, un elemento central de la campaña republicana, ya que estos representan un tercio de su base social, según Pew Foundation. Este grupo electoral catapultó en dos ocasiones a George W. Bush a la presidencia de la Casa Blanca entre 2001 y 2009.
Es por ese motivo que Trump ha hecho especial hincapié en este final de campaña en granjearse las simpatías evangélicas con actos, como por ejemplo, una cena con un millar de líderes evangélicos en Nueva York.
Tanto es así que, según The New York Times, James C. Dobson, fundador de Focus on the Family, ha llegado a decir que Trump “ha aceptado a Cristo”, aunque matiza sus palabras comentando que “aún es un bebé cristiano”. Sin embargo, muchos líderes evangélicos también han criticado abiertamente a Trump a lo largo de la campaña, mostrando públicamente simpatía por sus rivales. Cabrá ver si, ahora, optan por apoyar al magnate por el hecho de ser el candidato republicano o cambian su posición histórica.
Fuente: Protestante Digital