Recientemente ha estado circulando por las redes sociales una entrevista a una señora "curandera" llamada la Abuela Margarita.

De acuerdo a la entrevista, la Abuela Margarita es "curandera y guardiana de la tradición Maya," y pertenece al Consejo de ancianos indigenas y se dedica a "sembrar salud y conocimiento."

Según los comentarios en las redes sociales, mucha gente (especialmente los jóvenes), encuentra mucha sabiduría en sus palabras.

¿Qué tipo de conocimiento y sabiduría difunde la Abuela Margarita?

Idolatría

El climax de la entrevista gira en torno a la afirmación del reportero:

  • Hay muchos creyentes que ruegan a Dios, y Dios no les concede.

A lo que la Abuela Margarita responde:

  • Porque una cosa es ser limosnero y otra, ordenarte a ti mismo, saber qué es lo que necesitas. Muchos creyentes se han vuelto dependientes, y el espíritu es totalmente libre; eso hay que asumirlo. Nos han enseñado a adorar imágenes en lugar de adorarnos a nosotros mismos y entre nosotros.

Esto es una gran mentira. Cualquier persona con sentido común puede darse cuenta que lo que más nos han enseñado es a adorarnos a nosotros mismos y entre nosotros mismos. Es más, no nos han necesitado enseñar, pues la idolatría y el egoísmo son cualidades inherentes y naturales de todo ser humano.

idolatría

Somos idólatras de músicos, deportistas, escritores, políticos, de todo tipo de ser humano, sin importar el carácter ni los valores morales de tales personas. Decir que "debemos aprender a adorarnos a nosotros mismos y entre nosotros" es algo que suena hermoso a nuestros oídos pues ya lo estamos haciendo diariamente.

musica

Deberíamos recordar las palabras de nuestro Señor Jesús:

"¿Cómo podéis vosotros creer, pues recibís gloria los unos de los otros, y no buscáis la gloria que viene del Dios único?" (Juan 5:44)

Es, además, ilógico cómo la Abuela Margarita parece ver como algo negativo a la adoración de imágenes, cuando ella, sin embargo, adora al "padre sol" y a la "madre tierra": Adora a las cosas creadas en lugar de adorar al Creador del sol, de la tierra, de todos nosotros.

En toda la historia puede echarse de ver la misma política de engaño, mediante la cual se hace aparecer el error como si fuese la verdad, se induce a los hombres a adorar la criatura antes que al Creador.

Es una propensión idolátrica del corazón humano que nos lleva a adorar a la criatura más bien que al Creador.

Al contemplar las colinas cubiertas de bosques, los verdes valles, las llanuras llenas de árboles frutales, las poéticas siluetas de los desiertos y las imponentes montañas cubiertas de blancos nevados, deberíamos rastrear la sabiduría y la pericia del Creador de los cielos, la tierra y todo lo que hay en ellos.

Los misterios de las profundidades de los oceanos, las glorias del firmamento, todo da testimonio del poder y la gloria de Dios.

"¡Adorad al que hizo los cielos y la tierra y el mar y las fuentes de las aguas!" (Apocalipsis 14:7)

"¿Así pagáis a Jehovah, pueblo necio e insensato? ¿Acaso no es él tu Padre, tu Creador, quien te hizo y te estableció?" (Deuteronomio 32:6)

La inmortalidad del alma

"Porque los que viven saben que han de morir: mas los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido." (Eclesiastés 9:5)

Pero las incoherencias de la Abuela Margarita no terminan allí. Por un lado ella dice que "la muerte no existe," que "todos somos dioses" y "llevamos la divinidad por dentro."

Es decir, la Abuela Margarita enseña la falsa doctrina de la inmortalidad del alma.

El primer sermón que haya sido jamás predicado sobre la inmortalidad del alma fue la declaración de Satanás a Eva en el Edén:

"De seguro que no moriréis. Mas sabe Dios que el día que comiereis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como dioses sabiendo el bien y el mal." (Génesis 3:5)

Las dos mentiras de la Abuela Margarita fueron las primeras mentiras de Satanás a Eva: 1. la muerte no existe y 2. somos dioses.

Basta leer las noticias en cualquier diario para poder abrir los ojos y darse cuenta que ni somos dioses, ni tenemos ninguna "divinidad" por dentro. Todo lo contrario, más bien se cumple la palabra de Dios que dice:

"Estando atestados de toda iniquidad, de fornicación, de malicia, de avaricia, de maldad; llenos de envidia, de homicidios, de contiendas, de engaños, de malignidades; Murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres; Necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia." (Romanos 1:29-30)

violencia

Cuán repugnante a todo sentimiento de amor y misericordia y hasta a nuestro sentido de justicia es la doctrina según la cual después de la muerte los impíos son atormentados con fuego y azufre en un infierno que arde eternamente.

Muchos a quienes subleva la falsa doctrina del infierno se lanzan al error opuesto. Ven que las Santas Escrituras representan a Dios como un ser lleno de amor y compasión, y no pueden creer que haya de entregar a sus criaturas a las llamas de un infierno eterno.

Pero, como creen que el alma es de por sí inmortal, no ven otra alternativa que sacar la conclusión de que toda la humanidad será finalmente salvada.

Muchos son los que consideran las amenazas de la Biblia como destinadas tan sólo a amedrentar a los hombres para que obedezcan y no como debiendo cumplirse literalmente.

Así el pecador puede vivir en placeres egoístas, sin prestar atención alguna a lo que Dios exige de él, y esperar sin embargo que será recibido finalmente en su gracia.

Semejante doctrina que así especula con la misericordia divina, pero ignora su justicia, agrada al corazón carnal y alienta a los hombres en su iniquidad y egoísmo.

Si fuese cierto que las almas de todos los hombres van directamente al cielo en la hora de la muerte, entonces bien podríamos anhelar la muerte antes que la vida. Por estas creencias, muchos han puesto fin a sus vidas.

"Dijo el necio en su corazón: No hay Dios.

Corrompiéronse, hicieron obras abominables. No hay quien haga el bien. Jehová miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres, por ver si había algún entendido, que buscara a Dios. Todos declinaron, juntamente se han corrompido: No hay quien haga bien, no hay ni siquiera uno." (Salmos 14:1-3)

La salvación por obras

Una fe, una religión, una salvación que no requiera de arrepentimiento, ni de un diligente esfuerzo para resistir y vencer nuestros malos hábitos, es más popular y atractiva para la gente. Es por eso que cuando la Abuela Margarita dice que "somos dioses" esto agrada a nuestros oídos humanos.

Los hombres necesitamos algo para calmar nuestras conciencias, y buscamos lo que es menos espiritual y humillante, y que tan solo tenga una apariencia de espiritualidad en la superficie, mas esté completamente vacía por dentro.

Lo que en realidad desean los hombres es un modo de olvidar a Dios, pero que parezca recordarlo. Todas las falsas religiones se adaptan para satisfacer a dos clases de personas que abarcan a la gran parte del mundo: los que quisieran salvarse por sus propios méritos, y los que quisieran salvarse en sus pecados.

Y es que casi todas las religiones falsas se basan en el mismo principio, de que el hombre puede depender de sus propios esfuerzos para salvarse, o "elevarse" a un grado más elevado de "espiritualidad."

Los falsos maestros espirituales afirman que la humanidad no necesita redención, sino desarrollo, y que ella puede refinarse, elevarse y regenerarse por sí misma.

La historia de este mundo muestra claramente que la humanidad no tiene poder para regenerarse a sí misma. No tendemos a subir hacia lo divino, sino a descender hacia lo satánico. Cristo es nuestra única esperanza.

"En ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos." (Hechos 4:12)

Nuestra herencia Camita

La religión de la Abuela Margarita no es una religión nueva, ni única. Es la religión que viene desde Babilonia, de la descendencia de Cam: la adoración al dios sol Baal/Nimrod y a la diosa madre Semiramis.

"Si Jehová es Dios, seguidle, y si Baal, id en pos de él." (1 Reyes 18:21)

Después de la destrucción de la torre de Babel y la confusión de lenguas, la descendencia idólatra y pagana de Cam se esparció por todo el mundo. Es por esto que en toda la tierra podemos encontrar vestigios de culturas que construyeron pirámides, adoraban al dios sol, a la diosa madre, y hacían sacrificios humanos, pues estaban en completa rebelión contra Dios.

Mayas, Aztecas, Incas, y todas nuestras culturas indigenas en las Americas vienen de Cam; y cuando la descendencia de Sem conquistó América se cumplió la profecía de:

¡Bendiga Jehová, mi Dios, a Sem, y sea Canaán su siervo!" (Génesis 9:26-27)

Dios es justo y misericordioso.

En su misericordia, permitió a todas estas culturas vivir en las Americas por siglos para ver si llegarían a dejar sus prácticas paganas y cultos idólatras y reconocerían al Dios Creador. Pero nunca lo hicieron y hasta el día de hoy no lo hacen, tal como es el caso de la falsa religión de la Abuela Margarita.

"Aconteció que, mientras íbamos al lugar de oración, nos salió al encuentro una joven esclava que tenía espíritu de adivinación, la cual producía gran ganancia a sus amos, adivinando.

Esta, siguiendo a Pablo y a nosotros, gritaba diciendo: —¡Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, quienes os anuncian el camino de salvación!

Hacía esto por muchos días. Y Pablo, ya fastidiado, se dio vuelta y dijo al espíritu: —¡Te mando en el nombre de Jesucristo que salgas de ella! Y salió en el mismo momento." (Hechos 16:16-18)

Hay que hacer un trabajo duro para desalojar de la mente el error y las falsas doctrinas, con el propósito de que la verdad y la religión de la Biblia, no la religión de los hombres, puedan hallar cabida en el corazón.

"Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo. Porque en él habita toda la plenitud de la Deidad." (Colosenses 2:4-9)

Únicamente la vida puede engendrar vida. Únicamente tiene vida el que está conectado con la Fuente de la vida, y únicamente el tal puede ser conducto de vida.

La naturaleza no es dios. La naturaleza, sin embargo, da testimonio del amor de Dios. Nuestro Padre Celestial es la fuente de vida, sabiduría y gozo. Mirad las maravillas de la naturaleza. Pensad en su prodigiosa adaptación a las necesidades y a la felicidad, no solamente del hombre, sino de todos los seres vivientes.

El sol y la lluvia que alegran y refrescan la tierra; los montes, los mares y los valles, todos nos hablan del amor del Creador. Dios es el que suple las necesidades diarias de todas sus criaturas.

El espiritismo moderno

La doctrina de la perduración de la vida consciente después de la muerte, de los espíritus de los muertos en comunicación con los vivos, no tiene fundamento en las Escrituras, y sin embargo esas teorías son afirmadas como verdad.

Mediante esta doctrina falsa se ha abierto el camino para que los espíritus de demonios engañen a la gente al presentarse a sí mismos como los muertos. Los instrumentos satánicos personifican a los muertos y en esa forma llevan cautivas a las almas (1 Reyes 28:13-20; 1 Crónicas 10:13-14).

"¿No consultará el pueblo a Dios? ¿Consultará a los muertos por los vivos?" (Isaías 8:19)

La creencia en la posibilidad de comunicarse con los muertos, así como la Abuela Margarita dice comunicarse con los "espíritus de su marido y de su hija," es la piedra angular de la idolatría pagana. Toda religión pagana es un culto a los muertos y las Escrituras lo evidencian:

Al relatar el pecado de Israel en Bet-peor nos dice:

"Israel estaba en Sitim cuando el pueblo empezó a prostituirse con las hijas de Moab, las cuales invitaban al pueblo a los sacrificios de sus dioses; el pueblo comió y se inclinó a sus dioses. Así acudió el pueblo a Baal-peor, y el furor de Jehová se encendió contra Israel." (Números 25:1-3)

El salmista nos dice a qué clase de dioses eran ofrecidos esos sacrificios:

"Allegáronse asimismo a Baal-peor, y comieron los sacrificios de los muertos." (Salmos 106:28)

Es decir, sacrificios ofrecidos a los difuntos.

La deificación de los muertos ocupa un lugar preeminente en casi todo sistema pagano, como también lo ocupaba la supuesta comunión con los muertos.

Ya en la antigüedad se creía que los dioses comunicaban su voluntad a los hombres, y que, cuando los consultaban, les daban consejos. De esta índole eran los famosos oráculos de Grecia y de Roma.

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La creencia en la comunión con los muertos es aceptada aún en nuestra época, hasta entre la gente que profesa ser cristiana. Bajo el nombre de espiritismo, la práctica de comunicarse con seres que dicen ser los espíritus de los desaparecidos se ha generalizado mucho. Tiende a conquistar la simpatía de quienes perdieron seres queridos.

A veces se presentan a ciertas personas seres espirituales en la forma de sus amigos difuntos (como en el caso de Saúl en 1 Reyes 28:13-20), y les describen incidentes relacionados con la vida de ellos, o realizan actos que ejecutaban mientras vivían. En esta forma inducen a la gente a creer que sus amigos difuntos son ángeles o espíritus que se pueden comunicar con ellos. Los seres así considerados como espíritus, son mirados con idolatría, y lamentablemente la palabra de ellos tiene más peso que la palabra de Dios.

Dios prohibió claramente la supuesta comunión con los muertos:

"La persona que preste atención a encantadores o adivinos, para prostituirse detrás de ellos, yo pondré mi rostro contra tal persona, y la eliminaré de su pueblo." (Levítico 20:6)

"Los muertos nada saben." "Sale su aliento y vuelve a la tierra; en ese mismo día perecen sus pensamientos." (Eclesiastés 9:5-6; Salmos 146:4).

La Biblia declara que la comunicación con los supuestos espíritus de los muertos es una manifestación del culto de los demonios, y que los espíritus no son de los muertos, sino que son ángeles caídos y mensajeros de Satanás.

"Antes digo, que aquello que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican y no a Dios; y no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios." (1 Corintios 10:20)

"Sacrificaron sus hijos y sus hijas a los demonios... sacrificaron a los ídolos de Canaán." (Salmos 106:37-38)

El espiritismo de la Abuela Margarita, basado en el mismo fundamento del espiritismo de la antigüedad, no es sino un renacimiento, de la hechicería y del culto demoníaco que Dios había condenado y prohibido en las Escrituras.

Todo esto estaba predicho ya en la Palabra de Dios:

"En los últimos tiempos, algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios." (1 Timoteo 4:1)

Y hablando de lo que ocurriría antes de la segunda venida de Cristo declara que habría:

"operación de Satanás, con grande potencia, y señales, y milagros mentirosos." (2 Tesalonicenses 2:9)

La Biblia expone claramente las características principales de los maestros espiritistas, como la Abuela Margarita:

El espiritismo declara que no hay muerte, ni pecado, ni juicio, ni castigo; que los hombres son "semidioses no caídos"; que el deseo es la ley más elevada; que el hombre responde únicamente ante sí mismo por sus actos.

Las barreras que Dios erigió para salvaguardar la verdad, la pureza y la reverencia, son quebrantadas, y así muchos se envalentonan en el pecado.

Los hombres no conocen su propio corazón; pues "engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso" (Jeremías 17:9).

Pero Dios sí sabe cuáles son las tendencias de la naturaleza depravada del hombre.

Las palabras que el Señor dirigió al antiguo Israel se dirigen también a su pueblo en esta época:

"No os volváis a los encantadores ni a los adivinos; no los consultéis, contaminándoos con ellos," porque es abominable para Jehová cualquiera que hace estas cosas." (Levítico 19:31; Deutoronomio 18:12)

Fuente: CISEI