¿Quién tiene el derecho de tomar la decisión sobre la salud y la vida de un bebe: los padres o los médicos? Fue la disputa que terminó con la muerte del pequeño Charlie Gard.

Charlie Gard, un bebé británico que se convirtió en el tema de una amarga disputa entre sus padres y los médicos sobre si debe ser llevado a los Estados Unidos para un tratamiento experimental, ha muerto, dijeron medios locales el viernes.

El bebé de 11 meses de edad sufría de una condición genética extremadamente rara que causaba daño cerebral progresivo y debilidad muscular, y la larga lucha de sus padres para salvarlo provocó una manifestación internacional de simpatía, entre ellos el Presidente de los Estados Unidos Donald Trump y el papa Francisco.

"Nuestro hermoso niño se ha ido, estamos tan orgullosos de ti Charlie", dijo Connie Yates, la madre del bebé, según el Daily Mail.

Los medios locales dijeron que un portavoz de la familia había confirmado la muerte.

"Todo el mundo en Great Ormond Street Hospital envía sus más sentidas condolencias a los padres de Charlie y sus seres queridos en este momento muy triste", dijo una portavoz del hospital, donde Charlie había estado recibiendo tratamiento.

Después de una terrible batalla legal que provocó un debate global sobre quién tiene el derecho moral de decidir el destino de un niño enfermo, un juez ordenó el jueves que Charlie fuera trasladado a un hospicio donde el ventilador que lo mantiene vivo sería apagado.

Yates y el padre del bebé, Chris Gard, habían querido que Charlie se sometiera a un tratamiento que nunca había sido tratado por alguien con su condición anterior, en contra del consejo de los médicos de su hospital de Londres que dijeron que no le beneficiaría y que prolongaría su sufrimiento.

Charlie necesitaba un ventilador para respirar y era incapaz de ver, oír o tragar.

El caso fue aprovechado para hacer gestión política tanto por Trump, quien twitteó el 3 de julio que "estaríamos encantados" de ayudar a Charlie, y hasta del papa Francisco, que pidió que a los padres se les permitiera hacer todo lo posible para tratar a su hijo.

Eventualmente, fue el Estado, y no los padres del niño, quienes decidieron la suerte del bebe Charlie.

Los tribunales de Gran Bretaña, después de escuchar una gran cantidad de pruebas médicas, dictaminaron que iría en contra de los mejores intereses de Charlie tener la terapia experimental de nucleósidos defendida por un profesor estadounidense de neurología, Michio Hirano.

El caso provocó un acalorado debate en los medios de comunicación social y en la prensa sobre la ética médica, y el personal del Hospital Great Ormond Street, que lo trató, recibió malos tratos y hasta amenazas de muerte.

El Vicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence, twitteó que estaba triste por escuchar la muerte de Charlie. Anteriormente se refirió al caso en el contexto del debate sobre salud en Estados Unidos, diciendo que ofrecía una advertencia sobre los riesgos de la asistencia sanitaria estatal.

Fuente: Yahoo News

Con esta noticia, sumada a la noticia sobre los antibióticos que les suministran a los bebes, claramente podemos concluir que estamos ya en un período de la humanidad en que los bebes no les pertenecen a sus padres, sino que le pertenecen al Estado. Sólo basta prestar atención como cada vez son más los gobiernos que están imponiendo leyes en que las vacunas para niños son obligatorias. Y si, como en el caso de Australia, el estado declara que al bebe se le puede dar una sobre dosis de antibióticos, entonces el padre no tiene potestad sobre esta decisión. Los bebes pertenecen al Estado. Y si el Estado es gobernado por el cuerno pequeño. A quién creen que le pertecenen los bebes?

Fuente: https://youtu.be/EiRXwHnF-Ws