El partido en el poder aprueba una ley con la que prohíbe la apertura de tiendas comerciales.

VARSOVIA, Polonia. Una nueva ley que prohíbe la apertura de casi cualquier tipo de comercio los días domingo ha entrado en vigor en Polonia, por lo que las grandes tiendas de autoservicio y la mayor parte de establecimientos comerciales cerraron por primera vez, el pasado domingo, desde el colapso del régimen comunista y la introducción de las leyes liberales en 1990.

Este cambio de ley ha originado un nutrido conjunto de reacciones en un país en el que mucha gente siente que los trabajadores han sido explotados al amparo de la legislación liberal y quieren que tengan un día de descanso. Por otra parte, muchos polacos consideran que la libertad del consumidor es uno de los beneficios más tangibles de la era del libre mercado, por lo que resentirán esta nueva decisión.

En Hungría, otro antiguo país comunista, una prohibición similar impuesta en el 2015 fue tan impopular que las autoridades la suprimieron al año siguiente. Sin embargo, desde hace tiempo en cualquier otro lugar de Europa, incluyendo Alemania y Austria, las personas se han acostumbrado a que el comercio descanse un día y aprecian el incentivo que los invita a escapar de la compulsión por las compras y disfrutar tiempo de calidad con sus familias y amigos.

En Polonia, la nueva ley fue propuesta por el popular sindicato Solidaridad, asegurando que los empleados merecen descansar los días domingo. Legisladores del partido en el poder, Ley y Justicia, conservador y pro-católico, aprobaron la ley de restricción dominical. Por su parte, la influyente iglesia católica, a la que pertenecen más de 90% de los polacos, ha recibido con beneplácito el cambio.

Familia unida

Entre los polacos que consideran que esta medida implica un paso adelante, al impulsar un estilo de vida más tradicional de una sociedad extenuada, se encuentra Barbara Olszewska, de 76 años de edad, quien hizo compras de último minuto en Varsovia el pasado sábado por la tarde.

Ella recuerda haber crecido en el campo con una madre que se encargaba de labores domésticas durante toda la semana, y un padre que nunca trabajaba los domingos.

Una familia debería estar junta todos los domingos”, dice Olszewska después de comprar algo de comida en la tienda Biedronka, una cadena de supermercados.

Olszewska platica que antes de jubilarse vendía embutidos en una tienda de abarrotes y estaba agradecida de que nunca hubiera tenido que trabajar los domingos.

En principio, la nueva ley prohíbe abrir las tiendas dos domingos al mes; sin embargo, en el 2019 se extenderá a tres domingos por mes y finalmente, en el 2020, los cuatro domingos permanecerán cerradas las tiendas excepto antes de Pascua y Navidad.

Más desempleo y más estrés

Los partidos de oposición ven el cambio de ley como un ataque en contra de la libertad comercial y advierten que provocará pérdidas de empleos. Afectará particularmente a los estudiantes, quienes sólo tienen tiempo para trabajar los fines de semana. Incluso, la Alianza de Sindicatos de Polonia se opone a la nueva ley, argumenta que la medida sólo presionará a los empleados a trabajar más horas los viernes y sábados, y que el trabajo será más duro porque tendrán más clientes que atender.

Los polacos, entre todos los ciudadanos de la Unión Europea, se encuentran entre los que más trabajan, por lo que algunos de ellos se quejan de la nueva ley, ya que aprovechan los domingos para hacer las compras de la semana.

De acuerdo con la OCDE, de los 28 miembros de la Unión Europea, sólo los griegos trabajan más horas que los polacos. En el 2016, los empleados polacos trabajaron en promedio 1,928 horas per cápita.

Daniel Wycech, un contador que realizaba compras de último minuto el pasado sábado por la noche, encuentra más desventajas que beneficios de la nueva ley.

“En realidad no es un problema que tenga que hacer más compras un día antes, pero si algo se rompe en mi cocina o baño el domingo, no habrá manera de ir a la tienda a reponerlo”, dijo Wycech mientras cargaba sus compras.

“Estoy molesto porque esta ley no fue diseñada de manera apropiada. Hubiera sido mucho mejor obligar a las tiendas a dar a dada empleado dos domingos libres al mes.” añadió Wycech.

Los que sí abrirán

La prohibición tiene algunas excepciones. Por ejemplo, expendios de combustible, cafeterías, heladerías, farmacias y algunos otros negocios específicos, tienen permiso para abrir los domingos. Las tiendas en aeropuertos y estaciones de tren también tendrán permitido abrir, así como algunas pequeñas tiendas familiares, con la explícita condición de que sólo los propietarios trabajen esos días en ellas.

Cualquiera que infrinja las nuevas normas enfrentará una multa de más de 100,000 zlotys (equivalente a 29,500 dólares), mientras que los reincidentes podrían enfrentar una sentencia en prisión. Solidaridad, el sindicato que promovió la ley, invita a la gente a reportar a quien viole la ley a la Inspección Nacional del Trabajo, un órgano estatal.

Mateus Kica, un conductor de tranvía de 29 años de Varsovia, hizo sus compras semanales el sábado por la mañana para evitar la concurrencia vespertina. Se quejó de que la nueva ley sólo beneficia a los empleados de las tiendas, pero que los trabajadores como él tienen la obligación de trabajar los fines de semana completos.

“Esta ley no es del todo justa”, dijo Kica.

Por lo pronto, si usted viaja a Polonia, tome sus precauciones.

Fuente: El Economista