Celebrada la canonización por los católicos recibe críticas en base a su vida y obra. El teólogo evangélico José Hutter explica el rechazo protestante a las canonizaciones.

Este domingo la Iglesia Católica ha celebrado la ceremonia de canonización de Teresa de Calcuta. Miles de fieles católicos se congregaron en la plaza de San Pedro para presentar sus honores ante la monja, a quien se le han atribuido dos milagros y que ha sido canonizada en tiempo récord.

Agnes Gonxha Bojaxhiu nació el 26 de agosto 1910, en Skopje, Macedonia. Era la menor de tres hijos, asistió a un grupo de jóvenes dirigido por un sacerdote jesuita que la hizo considerar una vocación de servicio como monja misionera. Se unió a las Hermanas de Loreto a los 17 años y fue enviada a Calcuta, donde enseñó en una escuela secundaria. Después de contraer tuberculosis, fue enviada a descansar en Darjeeling, y fue en medio de esa enfermedad cuando descubrió “una orden” de Dios para dejar el convento y vivir entre los pobres.

El Vaticano le concedió permiso para salir de las Hermanas de Loreto y vivir su nuevo llamado, bajo la dirección del Arzobispo de Calcuta. La “Madre Teresa” comenzó a trabajar en los barrios pobres, enseñaba a los niños y asistía enfermos en sus hogares. Un año más tarde, algunos de sus exalumnos se le unieron y juntos se hicieron cargo de hombres, mujeres y niños que agonizaban en las calles.

En 1950, las Misioneras de la Caridad nacieron como una congregación de la Diócesis de Calcuta. En 1952, el gobierno les concedió una casa desde la cual continuaron su misión de servir a los pobres y olvidados de Calcuta. La congregación creció rápidamente y de tener una sola casa para moribundos y pobres extremos, llegó a tener 500 casas en todo el mundo.

Teresa estableció albergues para prostitutas, mujeres maltratadas, orfanatos para niños pobres y hogares para víctimas del SIDA. Fue una férrea defensora de los no nacidos. Murió el 5 de septiembre de 1997, y fue beatificada sólo seis años más tarde por Juan Pablo II 19 de octubre de 2003. El 18 de diciembre de 2015, el papa Francisco aprobó la canonización de Teresa de Calcuta, luego de que la Congregación para las Causas de los Santos reconociera como extraordinaria la curación de un brasileño, enfermo en estado terminal por causa de una infección cerebral viral. La ceremonia se celebró este pasado domingo en el Vaticano.

CRÍTICAS

A pesar del reconocimiento general a la labor realizada por Teresa de Calcuta, estos días también se levantan voces críticas, entre las que destaca la del médico Aroup Chatterjee, originario de Calcuta, en la India.

“Desde los años 90 varias voces se han alzado para criticar su lado oscuro, que ni en Occidente ni en India se quiere oír porque nadie quiere saber que su icono de la compasión, Premio Nobel de la Paz (en 1979), era una fanática religiosa amiga de dictadores, ricos y corruptos. A los pobres les pidió resignación y los ayudó a morir, pero sin darles cuidado profesional”, publica El País.

Otro reconocido investigador, Robin Fox, de The Lancet, la revista especializada en temas médicos, aseguró tras visitar los centros de ayuda de la congregación, en 1994, que a los enfermos no se les diagnosticaban sus males ni se les prescribían los medicamentos que estos requerían.

Esa sublimación del sufrimiento de los pobres fue recogida por Christopher Hitchens en el documental “Ángel del infierno”.

“En el modelo de caridad de Teresa de Calcuta sobresale que no era tanto una amiga de los pobres, como una amiga de la pobreza”, expone Juan G. Bedoya en el País refiriéndose al polémico trabajo de Hitchens:

Fuente: https://youtu.be/KeuP94u2FlI

¿BEATOS Y SANTOS?

Según explicó a Protestante Digital José Hutter, presidente de la Comisión de Teología de la Alianza Evangélica Española, la costumbre de la Iglesia Católica de proclamar beatos y santos no tiene un fundamento bíblico.

“La idea de la beatificación no puede ser apoyada por ningún versículo de la Biblia. La Iglesia primitiva no beatificó a nadie”, expresa Hutter.

Las beatificaciones y canonizaciones fueron uno de los aspectos denunciados por los reformadores, hace casi 500 años.

“El culto a los santos y el comercio de indulgencias relacionado con este tema fue una de las razones que hizo estallar la Reforma hace 499 años. Y como vemos, la Iglesia Católica sigue con sus errores de siempre”, concluye Hutter.

Fuente: Protestante Digital