By Marisel.

La celebración del Jubileo bíblico está directamente asociada a la observancia del sábado. Entonces, ¿por qué la Iglesia Católica celebra esta festividad?

Diferentes textos católicos nos hablan de una legislación en torno al “descanso” usando como referencia el jubileo bíblico. De hecho, la supuesta finalidad de esta legislación es que se pueda vivir en un cierto nivel de "dignidad", que "no haya pobres" en medio de la sociedad y garantizar la distribución de los bienes. Se trata de recuperar el sentido bíblico de los años sabáticos que era la liberación y la justicia para los hombres y el descanso para la tierra, los animales y seres humanos. La Iglesia Católica apropia los conceptos relacionados al sábado y los aplica al domingo.

El siguiente estudio tiene como propósito demostrar las verdaderas intenciones de la Iglesia Catolica utilizando como referencia esta celebración.

Relación del Jubileo con el Sábado

El Año Jubilar se le llama año Sabático porque el sábado era día de descanso, y el año del Jubileo, era año de descanso; descanso de la tierra, descanso para los esclavos que recuperaban la libertad, y “descanso” para quienes podían recuperar lo que habían perdido. Toda la creación disfrutaba del reposo sabático.

El origen del reposo sabático tiene sus raíces en el acto creador de Dios (Génesis 2:1-3). Dios culmina su creación bendiciendo el séptimo día con su propio descanso. El cuarto mandamiento de la ley de Dios es el memorial de la creación:

“Acuérdate del día de reposo para santificarlo." Éxodo 20:8-11

Para mantener en la mente de su pueblo el concepto de liberación, Dios les ordenó descansar tanto en el séptimo día de la semana, sábado (Deuteronomio 5:15) como cada séptimo año. El propósito de Dios era establecer la observancia del sábado como un acto conmemorativo de la liberación del yugo egipcio, además de ser un recordativo continuo de su creación.

“Acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto, y que Jehová tu Dios te sacó de allá con mano fuerte y brazo extendido; por lo cual Jehová tu Dios te ha mandado que guardes el día de reposo” (Deuteronomio 5:15).

Es claro que Dios quería que su pueblo recordara cada sábado, no sólo su emancipación de la esclavitud egipcia, sino que además le reconocieran como su Creador y Libertador.

El año de jubileo, se celebraba cada cincuenta años (cada siete sietes, pues 7 por 7 son 49), era un resumen de todos los sábados guardados por todos esos años. Era el año de un número perfecto más 1 (7x7 + 1). El numero siete siempre ha sido significativo en la Biblia, lo cual podemos notar marcadamente aun en el Apocalipsis.

Para los israelitas el sonido de la trompeta anunciaba el año del jubileo y significaba la liberación de todo lo que los oprimía. Las familias que se vendían quedaban libres y todas las deudas quedaban canceladas y se empezaba una nueva vida libre de cualquier yugo. (Levítico 25:10).

Jesús vendrá por segunda vez a esta tierra “con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios” (2 Tesalonicenses 4:16). La trompeta anunciará la liberación final del yugo del pecado para dar inicio al jubileo eterno. El sábado apunta hacia ese cumplimiento. El sábado es un memorial continuo no sólo de la creación, sino también, de la redención de la humanidad. El sábado es el día del Señor que apunta hacia su venida y la liberación final.

Isaías afirma que en el cielo seguirá la observancia del sábado. La obra de Cristo para la restauración, que será completa al final de su ministerio celestial (1 Cor. 15:24-26; Heb.2:13), está también ligada al sábado.

"Porque como permanecerán delante de mí los cielos nuevos y la tierra nueva que yo haré, así permanecerá vuestra descendencia y vuestro nombre, dice Jehovah. “Sucederá que de mes en mes y de sábado en sábado vendrá todo mortal para postrarse delante de mí, ha dicho Jehovah”. (Isaías 66:22-23).

Ascenderemos siete días para entrar al séptimo dia en el reposo prometido por Dios en el libro de Hebreos capitulo cuatro.

"Puesto que falta que algunos entren en el reposo, ya que aquellos a quienes primero les fue anunciado no entraron a causa de la desobediencia, (Hebreos 4:6).

“Por tanto, queda todavía un reposo sabático para el pueblo de Dios. El que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, así como Dios de las suyas." (Hebreos 4:9-10)

Este párrafo del Espíritu de profecía especifica un detalle referente a la ascension del pueblo redimido hacia la santa ciudad, tal y como lo narra la Escritura describiendo que seremos arrebatados en el aire e iremos al lugar que Cristo nos ha preparado segun 1 Tes. 4:17 y Juan 4:1-3. Pero especifica que ascenderemos durante 7 dias!

"Hubo entonces un formidable terremoto. Se abrieron los sepulcros y resucitaron los muertos revestidos de inmortalidad. Los 144,000 exclamaron "¡Aleluya!" al reconocer a los amigos que la muerte había arrebatado de su lado, y en el mismo instante nosotros fuimos transformados y nos reunimos con ellos para encontrar al Señor en el aire. Juntos entramos en la nube y durante siete días fuimos ascendiendo al mar de vidrio, donde Jesús sacó coronas y nos las ciñó con su propia mano. Nos dio también arpas de oro y palmas de victoria. En el mar de vidrio, los 144,000 formaban un cuadrado perfecto. Algunas coronas eran muy brillantes y estaban cuajadas de estrellas, mientras que otras tenían muy pocas; y sin embargo, todos estaban perfectamente satisfechos con su corona" (Primeros Escritos Pagina 15 y 16).

El sábado tiene un triple significado para nosotros: creación, redención y restauración. Dado que Cristo es nuestro Creador, Redentor y Restaurador, tiene el perfecto derecho a reclamar para sí el título de "Señor del sábado" (Mar. 2:28; Luc. 6:5; Apoc. 1:10).

Entonces, si el jubileo bíblico está directamente relacionado con el sábado, ¿por qué la Iglesia Católica celebra esta festividad?

Las leyes y relatos sabáticos de la Biblia predicen un mundo donde las “leyes naturales” de escasez, pobreza, y exceso de trabajo extenuante ya no tienen vigencia.

Utilizando estos textos biblicos, la Iglesia Católica pretende construir un mundo nuevo, un mundo de justicia al estilo del jubileo, donde todas las personas trabajan con dignidad y libertad, donde los bienes son compartidos equitativamente, donde se restablece la justicia social y la opción política de ubicarse al lado de los oprimidos y todos viven en armonía gozándose un reposo satisfactorio, el domingo.

Santificar el domingo, según ellos, sería una solución para los desafíos espirituales, ecológicos y económicos que se presentan en la actualidad. Las tradiciones sabáticas censuraron los antiguos sistemas reales e imperiales que creaban escasez, sobrecarga de trabajo, y una grave desigualdad económica...

De igual manera, el papa Francisco a condenado directamente esos sistemas censurando directamente el capitalismo y la riqueza. Cree que la tradición del jubileo puede desempeñar la misma función biblica ofreciendo la necesidad del Descanso en el dia domingo, como la clave para la supervivecia y la prosperidad…

Para la iglesia católica “la santificación del domingo tienen una dimensión profética, en la que se recupera la dignidad de la persona en relación con las exigencias de la vida social y económica, anticipando, en cierto modo, los « cielos nuevos » y la « tierra nueva », donde la liberación de la esclavitud será definitiva”. Juan Pablo II, Litt. apost. Dies Domini, 31-V-1998, n. 68

El Descanso sabático, fue la corona de la encantadora creación. Para la iglesia católica el domingo es el homenaje a la nueva creación. Creen que en el domingo, Dios empieza a hacer nuevas todas las cosas pues Cristo resucitó ese día.

La Iglesia Católica cree que la espera del retorno de Cristo está íntimamente ligada con la eucaristía y que el domingo preanuncia la gloria final del Señor Jesús, el Día de la Liberación, el Jubileo Eterno. Esperan que el mundo entero entre a la iglesia católica para que puedan poseer los mismos derechos, participar juntos de la cena del Señor para que Cristo pueda venir. Esperan que los evangélicos, católicos, y religiones de todo tipo se unan bajo un solo rebaño y un solo pastor. Por eso durante este año jubilar el papa Francisco ha enfatizado tanto en el ecumenismo religioso...

No fue casualidad que Juan Pablo II escribiera la carta apostólica Dies DOMINI sobre la santificación del domingo en los umbrales del Gran Jubileo del año 2000. Tampoco fue casualidad que la Bula del papa Francisco, Misericordiae vultus, convocando el jubileo de la Misericordia haya precedido en poco tiempo a la publicación de su encíclica Laudato Si, sobre el cuidado de la casa común. Allí dedica algunos párrafos sobre la santificación del domingo usando como ejemplo el jubileo bíblico. Para Francisco santificar el domingo es parte del plan ecológico para salvar el mundo.

Desde el 2000, la iglesia Católica no celebraba un jubileo y la Iglesia anhelaba un mensajero, un liberador, un goel, que anunciara la necesidad de liberar la tierra y las personas y realizara esta liberación en la historia. Un "ungido y enviado", para proclamar las buenas nuevas a los pobres, para sanar a los quebrantados de corazón, para pregonar liberación y libertad, un año de gracia para Dios, a la manera de Isaías y Jesús.

Entonces Francisco convoca un jubileo extraordinario (fuera del tiempo estipulado). Por eso el hálito de esperanza de la iglesia, el que Francisco pueda convertirse en un reformador social, en un libertador que cambie las estructuras políticas y económicas para que finalmente reine la armonía y La Paz entre todos los seres humanos.

Francisco al convocar el jubileo cita a Isaías 61:1 : “El Señor me ha ungido para anunciar la buena nueva a los afligidos; me ha enviado para enlazar a los desolados, para anunciar la libertad a los cautivos, y la libertad de las personas en cautiverio; a proclamar el año de gracia del Señor”.

Libertad a los cautivos

Durante una visita a la Universidad de Molise, en Italia el papa Francisco dijo:

"Tal vez es el momento de preguntarse si trabajar los domingos es una verdadera libertad", y sustentó esa posición en que, excepto en los trabajos y oficios inherentes a servicios especiales, los domingos deben "para las relaciones no comerciales, pero la familia, los amigos, para los creyentes a una relación con Dios y con la comunidad". El Papa hablo en contra de las jornadas laborales dominicales, y llamó a "conciliar el trabajo con el tiempo familiar". Afirmó que lo importante no es lo económico sino lo humano.

Francisco sostuvo que el hecho de trabajar los domingos "no solo afecta a los creyentes, sino que afecta a TODOS".

Según el Mandamiento bíblico, el sábado no conoce diferencias de género. Varón o hembra, libre o esclavo, TODOS deben obtener descanso ese día.

“No debes efectuar trabajo alguno, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu ganado, ni tu asno, ni ningún animal tuyo, ni el extranjero residente que está dentro de tus puertas, para que tu siervo varón y hembra descansen así como tú” (Dt 5:14).

Sin embargo, el papado quiere que absolutamente nadie trabaje los domingos y que todos descansemos ese dia. Varón o hembra, libre o esclavo, ricos y pobres… Quecontraste con lo que revela la profecía para los últimos tiempos!

Apocalipsis 13:16-18:

16 Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente;

17 y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre.

Ese falso “dia de liberación” se convertirá en la esclavitud para el pueblo de Dios.

La misma Iglesia Católica reconoce cual es si marca:

El Domingo es la marca de nuestra autoridad… La Iglesia esta por encima de la Biblia, y esa transferencia de la observancia del sabado es prueba de ello”. The Catholic Record, London, Ontario, 1 septiembre 1923.

¿Cual es la marca de unidad Cristiana según la Alianza del Dia del Señor en EE.UU?

El domingo es una marca de unidad Cristiana”. Tonias, Demetrius, “Sunday as a Mark of Christian Unity

“Nuestras practicas dominicales comunales son un signo de unidad (algo que compartimos como compañeros creyentes que los que nos une es mas fuerte y mas profundo que lo que nos divide”.

“Pero hay desafíos que permanecen en este domingo como "signo" de nuestra unidad en Cristo. La Iglesia de Cristo todavía no es plenamente uno, como lo rezó en Juan 17. Y al mundo podemos parecer estar separados unos de otros como creyentes en nuestras propias comunidades eclesiales con nuestros propios dogmas y prácticas. Al mismo tiempo, dentro de las comunidades de creyentes, incluso la participación dominical en los servicios de adoración está disminuyendo, y la influencia de la cultura exterior, que ve todos los días de la semana esencialmente iguales, está erosionando esas otras prácticas dominicales.” Brill, Scott, “Sunday as a Mark of Christian Unity an acall to Holiness.

Cabe recalcar que “The Lord’s Day Alliance of U.S, está dirigido por una junta de Directores compuesta de clérigos y laicos de las Iglesias cristianas bautista, católica, Episcopal, Luterana, Metodista, no denominacionales, ortodoxos, presbiterianos y tradiciones reformadas. Su misión es animar a los cristianos a recuperar el Domingo como día de renovación espiritual y personal.

Fue Jesús un Reformador Social? Estuvo involucrado en la politica de su Nación?

Jesús ignoró el anhelo de los zelotes quienes buscaban la liberación socio-política de Roma; en su lugar, se refirió primariamente a la venida del Mesías como el contendor del “príncipe de este mundo” (Juan 12:31).

Jesús no fue un Reformador social, ni estaba involucrado en las estructuras políticas de su nación, sino que estaba preocupado por las necesidades físicas y espirituales de la humanidad. Esto no quiere decir que Jesús ignorase el problema social y político de su época. Pero su misión no fue cambiar las estructuras políticas de su tiempo, sino transformar el corazón de los seres humanos para que vuelvan a la comunión con Dios. Jesús dijo: "Mi reino no es de este mundo". Juan18:36.

¿Por qué los adventistas guardamos un solo sábado? El año séptimo y también el año del jubileo eran sábados. Levítico 25: 1 al 22. ¿Por qué guardan el uno y dejan de guardar los otros? ¿Por que no celebramos el año jubilar (año sabático)?

En el año religioso hebreo, sólo en el mes séptimo, había cuatro días que eran llamados sábados, sin importar qué día de la semana cayeran. Estos eran los días 1ro., 10mo., 15to. y 22do. Vea Levítico 23:33-44, especialmente el verso 38, que dice que esos “sábados” habían de ser guardados “además de los sábados de Jehová”, obvia alusión al sábado del 4to. mandamiento.

Además de estos sábados especiales y rituales –siete en el año–, estaba el año sabático y el jubilar. Todo eso es parte de la ley de ritos, los cuales caducaron, cuando al morir Cristo, se introdujo el nuevo pacto. Aunque la ley moral, los diez mandamientos, aun rige en el pacto nuevo (Jeremías 31:33; ver Heb 8:6-13; 10:15-17), los cristianos no estamos obligados a observar “la ley de los mandamientos en orden a ritos” (Efesios 2:15). (El sábado semanal de la ley de Dios permanece vigente).

Revista “El Contendor por la Fe” de la República de Guatemala y “Verdades Bíblicas” de Honduras, publicado por el Sr. D. R. Álves, de Venezuela.

Algunos textos católicos que hablan en torno al “Descanso dominical” usando como referencia el jubileo bíblico:

THE SOUTHEAST PASTORAL INSTITUTE

Se refiere a el Jubileo como un "TIEMPO ESPECIAL reservado a Dios y a su culto. Tal culto se expresa mediante el “descanso” en memoria de Yahvé que descansó al séptimo día de la creación. Tal descanso (Domingo) no sólo debe ser imitado por el hombre, sino también debe hacerse respetar para la tierra."

Fuente: http://www.sepi.us/pdfs/Tema1 El Jubileo de la Misericordia.pd

MAERTENS-FRISQUE
NUEVA GUIA DE LA ASAMBLEA CRISTIANA VI
MAROVA MADRID 1969 Pág. 214

"No podemos buscar una supervivencia particular del año sabático y del año jubilar en el cristianismo, fuera del domingo; en él se celebra la remisión de las deudas, en él se vive por adelantado la era mesiánica, en que la libertad y el rescate se hacen realidades de vida."

SABBATH, UN PEQUENO JUBILEO, RICHARD LOWERY

“El Sabbath bíblico está conceptualmente vinculado a normas de justicia hogareña, solidaridad comunitaria, y apoyo hacia el pobre, las cuales también encuentran expresión en las tradiciones de perdón de deudas y liberación de esclavos propias del año sabático y del jubileo de la Biblia" (Dt. 15; Lv. 25).

"El Domingo cristiano es a menudo descrito como una pequeña “fiesta de Resurrección”. Asimismo, es apropiado pensar en el Sabbath bíblico como un “pequeño jubileo”, una celebración semanal de la esperada liberación, donde las deudas son perdonadas, los esclavos son puestos en libertad, las familias se reencuentran, y recuperan sus propiedades perdidas en desastres naturales o provocados. El Sabbath (Domingo) es una señal perdurable de esperanza de que el pobre verá justicia y que el turbado hallará paz.”

L. HEUSCHEN
LA BIBLIA CADA SEMANA
EDIC. MAROVA/MADRID 1965. Pág 177 s.

"Hoy leeremos la ley del «Jubileo».

Este tema ha resonado profundamente entre las comunidades negras de los Estados Unidos, como una invitación a salir de la esclavitud y a recobrar la libertad.

Aunque, de hecho, ha sido poco aplicada ¡cuán significativa es esa costumbre!; todos los cincuenta años, los judíos debían celebrar un «año sabático», una especie de año de gran descanso, un «año jubilar», un año de alegría y de libertad que comportaba la liberación de todos los esclavos, la anulación de las deudas, la devolución del patrimonio a su propietario. Es una ley social anticipada.

El Papa Pablo VI, siguiendo la gran tradición bíblica proclamó también para el mundo entero un año de reconciliación.

  • Proclamaréis en la tierra liberación para todos sus habitantes: cada uno recobrará su patrimonio, cada cual regresará a su familia.

Un año de libertad... en el que los amos liberan a sus siervos y no les obligan ya a trabajar. ¡Una especie de sabat, de domingo de un año de duración!

¿Soy consciente de las formas nuevas y disimuladas que toma HOY la esclavitud? El trabajo embrutecedor... Las promiscuidades impuestas... La tensión nerviosa provocada por los ritmos y la velocidad... La avidez del dinero mantenida por la publicidad... La creación de falsas necesidades...

A partir de mi propia vida puedo buscar cuales son las esclavitudes de las que el Señor quisiera liberarme.Vivir mis domingos con ese espíritu.

  • Este año cincuenta será para vosotros un año jubilar...

Pero, más allá de las prescripciones concretas, ¡qué lección se encuentra también aquí! ¡Conviene que nos lo repitamos de vez en cuando! el hombre no está hecho para el trabajo sino para la vida, sobre todo cuando el trabajo es embrutecedor, pesado, falto de atractivo. Hemos de descubrir de nuevo el sentido del «tiempolibre», de la «oración», de la «contemplación", de la «creatividad artística», del «juego por el juego» del «gusto de estar juntos».

Su creación no es una trampa, no se trata de una inmensa fábrica de desgracias para los hombres «Dios vio que todo era bueno ¡y descansó del trabajo que había hecho!»Es preciso que meditemos esa sorprendente fórmula. (Génesis, 2-3). ¿Sé encontrar tiempo de "respirar"? ¿Personalmente, en familia?"...

Enciclica Laudato Si, del papa Francisco

  1. Aunque «la maldad se extendía sobre la faz de la tierra» (Gn 6,5) y a Dios «le pesó haber creado al hombre en la tierra» (Gn 6,6), sin embargo, a través de Noé, que todavía se conservaba íntegro y justo, decidió abrir un camino de salvación. Así dio a la humanidad la posibilidad de un nuevo comienzo. ¡Basta un hombre bueno para que haya esperanza! La tradición bíblica establece claramente que esta rehabilitación implica el redescubrimiento y el respeto de los ritmos inscritos en la naturaleza por la mano del Creador. Esto se muestra, por ejemplo, en la ley del Shabbath. El séptimo día, Dios descansó de todas sus obras. Dios ordenó a Israel que cada séptimo día debía celebrarse como un día de descanso, un Shabbath (cf. Gn 2,2-3; Ex 16,23; 20,10). Por otra parte, también se instauró un año sabático para Israel y su tierra, cada siete años (cf. Lv 25,1-4), durante el cual se daba un completo descanso a la tierra, no se sembraba y sólo se cosechaba lo indispensable para subsistir y brindar hospitalidad (cf. Lv 25,4-6). Finalmente, pasadas siete semanas de años, es decir, cuarenta y nueve años, se celebraba el Jubileo, año de perdón universal y «de liberación para todos los habitantes» (Lv 25,10). El desarrollo de esta legislación trató de asegurar el equilibrio y la equidad en las relaciones del ser humano con los demás y con la tierra donde vivía y trabajaba. Pero al mismo tiempo era un reconocimiento de que el regalo de la tierra con sus frutos pertenece a todo el pueblo. Aquellos que cultivaban y custodiaban el territorio tenían que compartir sus frutos, especialmente con los pobres, las viudas, los huérfanos y los extranjeros: «Cuando coseches la tierra, no llegues hasta la última orilla de tu campo, ni trates de aprovechar los restos de tu mies. No rebusques en la viña ni recojas los frutos caídos del huerto. Los dejarás para el pobre y el forastero» (Lv 19,9-10).

  2. El domingo, la participación en la Eucaristía tiene una importancia especial.Ese día, así como el sábado judío, se ofrece como día de la sanación de las relaciones del ser humano con Dios, consigo mismo, con los demás y con el mundo. El domingo es el día de la Resurrección, el «primer día» de la nueva creación, cuya primicia es la humanidad resucitada del Señor, garantía de la transfiguración final de toda la realidad creada. Además, ese día anuncia «el descanso eterno del hombre en Dios» [168]. De este modo, la espiritualidad cristiana incorpora el valor del descanso y de la fiesta. El ser humano tiende a reducir el descanso contemplativo alámbito de lo infecundo o innecesario, olvidando que así se quita a la obra que se realiza lo más importante: su sentido. Estamos llamados a incluir en nuestro obrar una dimensión receptiva y gratuita, que es algo diferente de un mero no hacer. Se trata de otra manera de obrar que forma parte de nuestra esencia. De ese modo, la acción humana es preservada no únicamente del activismo vacío, sino también del desenfreno voraz y de la conciencia aislada que lleva a perseguir sólo el beneficio personal. La ley del descanso semanal imponía abstenerse del trabajo el séptimo día «para que reposen tu buey y tu asno y puedan respirar el hijo de tu esclava y el emigrante» (Ex 23,12). El descanso es una ampliación de la mirada que permite volver a reconocer los derechos de los demás. Así, el día de descanso, cuyo centro es la Eucaristía, derrama su luz sobre la semana entera y nos motiva a incorporar el cuidado de la naturaleza y de los pobres.

Doctrina Social, Capitulo 6, El Descanso Festivo,
http://www.opusdei.es/es-es/article/libro-electronico-compendio-de-la-doctrina-social-de-la-iglesia/

614 "El día del Señor debe vivirse siempre como el día de la liberación, que lleva a participar en « la reunión solemne y asamblea de los primogénitos inscritos en los cielos » (Hb 12,22-23) y anticipa la celebración de la Pascua definitiva en la gloria del cielo."

"Las autoridades públicas tienen el deber de vigilar para que los ciudadanos no se vean privados, por motivos de productividad económica, de un tiempo destinado aldescanso y al culto divino. Los patronos tienen una obligación análoga con respecto a sus empleados. Los cristianos deben esforzarse, respetando la libertad religiosa y el bien común de todos, para que las leyes reconozcan el domingo y las demás solemnidades litúrgicas como días festivos: « Deben dar a todos un ejemplo público de oración, de respeto y de alegría, y defender sus tradiciones como una contribución preciosa a la vida espiritual de la sociedad humana ».Todo cristiano deberá « evitar imponer sin necesidad a otro lo que le impediría guardar el día del Señor ».

Descanso digno, octava obra de la Misericordia

La Civiltá Cattolica. Quaderno N°3974 del 23/01/2016 – (Civ. Catt. 1 105-208 n°1 del 23/01/2016). Revista escrita por los jesuitas, revisado por la Secretaria de Estado Vaticano.

Fuente: https://aleteianews.wordpress.com/2016/01/22/descanso-digno-octava-obra-de-misericordia/

El Papa Francisco ha señalado que cada vez que un fiel realice personalmente una o más las obras de misericordia corporales y espirituales “obtendrá ciertamente la indulgencia jubilar en el Año de la Misericordia.

El 23 de enero, la revista Civiltá Cattolica actualizó las 7 obras de misericordia (visitar a los enfermos, dar de comer al hambriento, dar de deber al sediento, dar posada al peregrino, vestir al desnudo, visitar a los encarcelados, enterrar a los muertos) y agregó el “descanso digno”.

“Dar trabajo a quien está excluido de manera que pueda gozar de un descanso digno, puede ser considerada una octava obra de misericordia en nuestros tiempos”.

"Y la palabra “dignidad” en el discurso del Papa indica la “dimensión espiritual” deltrabajo y el reposo. Dios llamó al hombre al descanso (cf. Ex 34, 21; Dt 5, 12.15)"

"El reposo digno es pleno y exclusivo: es el descanso de todo nuestro ser y detodos los hombres”.

Descansar no significa solo “abstenerse de la fatiga o del compromiso ordinario”. Es tener tiempo y espacio para Dios, las relaciones en familia, los amigos.

En este sentido, el domingo aparece como una “exigencia para santificar el descanso” que está vinculado a un “tiempo que permita de cuidar de la vida familiar, cultural, social y religiosa”.

Es entonces un acto de misericordia del hombre con el hombre que se encuentra en el trabajo y en el descanso como una manera “divina” de encuentro con Dios y sus hermanos.

CARTA APOSTÓLICA DIES DOMINI JUAN PABLO II

  1. "El descanso dominical y festivo adquiere una dimensión « profética », afirmando no sólo la primacía absoluta de Dios, sino también la primacía y la dignidad de la persona en relación con las exigencias de la vida social y económica, anticipando, en cierto modo, los « cielos nuevos » y la « tierra nueva », donde la liberación de la esclavitud de las necesidades será definitiva y total. En resumen, el díadel Señor se convierte así también, en el modo más propio, en el día del hombre."

"Jesús resucito y subió al Padre, situó este poder jubilar de la remisión de los pecados dentro de la liturgia dominical, confiando este poder a los apóstoles en su primera aparición, por el don del Espíritu mesiánico.

Fuente: DIES DOMINI

"Tertio Millennio Adveniente" (TMA), Juan Pablo II

"El Jubileo era "un tiempo dedicado de modo particular a Dios", en el cual se dejaba reposar la tierra, se liberaban los esclavos, se perdonaban las deudas; era "la emancipación de todos los habitantes necesitados de liberación" (Nº 12). "La justicia, según la ley de Israel, consistía sobre todo en la protección de los débiles". "El año jubilar debía servir de ese modo al restablecimiento de esta justicia social. Así pues, en la tradición del año jubilar encuentra una de sus raíces la doctrina social de la Iglesia" (Nº 13).

  1. Cfr. Juan Pablo II, Litt. apost. Dies Domini, 31-V-1998, n. 26.

Como en todas las tradiciones del Jubileo, las imágenes del perdón/liberación de los cautivos en asociación con justicia, es una palabra política que indica un cambio en las circunstancias de quienes sufren y, por tanto, un cambio en las relaciones de poder entre el opresor y el oprimido. Perdonar/libertar, como imagen del Jubileo, marca la opción política de ubicarse al lado de los oprimidos, y por medio de esta elección confesar nuestra relación con Cristo, y por tanto con Dios[41].

Cuando nuestro tiempo, el tiempo de nuestra existencia, se desliza sobre los rieles del amor y de la justicia, entonces nuestro tiempo se cruza con el tiempo de Dios. Y ese tiempo es, por tanto, tiempo santo.

Y si ahora sólo tenemos un día por semana, esto no es más que un símbolo y un anticipo de lo que ha de ser el fin del hombre cuando sea totalmente liberado por el Señor.

Para los cristianos, que celebramos el domingo, no otro es el sentido de este día. Jesús tuvo su día (el día del Señor) en que triunfó sobre la muerte y resucitó a la gloria. Así el cristiano, al festejar el domingo, presiente y gusta anticipadamente de aquel día en que será liberado y glorificado con Cristo.

El domingo es el día de la liberación total, es decir, de la santificación total, pues todo el hombre es asumido por Dios y consagrado a él.

Por lo tanto, celebrar un día especial de la semana, lejos de significar que el resto del tiempo queda librado al capricho humano, supone tomar conciencia de cuál ha de ser la tónica y la dirección de nuestro tiempo: un caminar o buscar el Día del Señor, el Día de nuestra total liberación.

De todo lo cual se desprende que también los cristianos podemos correr el riesgo de celebrar el domingo y descansar en él sin descubrir su profundo significado.

No es la ausencia de trabajo o cierta oración lo que santifica el domingo, sino esa actitud de entrega permanente a Dios en la entrega a los hermanos; de liberación deI egoísmo, del materialismo y de la superficialidad, a los que casi sin darnos cuenta nosinclinan los seis días de la semana.

El séptimo día es una llamada de alerta y de atención: que no sucumbamos en el espacio y en su ritmo, que no perdamos el rumbo. Nuestra vida tiene un «domingo» por delante, un día del Señor...

El evangelio de hoy, sin negar la importancia del séptimo día, nos alerta sobre una forma no auténtica de celebrarlo. No es el rito por el rito ni la simple aceptación de la ley del descanso lo que nos santifica.

Por encima del rito y de la ley del descanso está la suprema ley del amor. No hay, por lo tanto, mejor forma de honrar a Dios -tanto el domingo como cualquier otro día- que haciendo algo en beneficio de un hermano necesitado.

Si el Día del Señor es el día de la liberación total, hacer presente esa liberación es la mejor forma de «pasar el tiempo»...

BENETTI-B/3.Págs. 45 ss.
http://www.mercaba.org/DIESDOMINI/T-O/09B/HO-1.

Conclusión

Ayer 20 de noviembre concluyó el año jubilar convocado por el papa Francisco.

¿Qué pasará cuando ahora que terminó el Jubileo de la Misericordia? Que pasará ahora q se cerró la “Puerta Santa”?… ¿Acabará la “Medicina de la Misericordia” por parte de la Iglesia? ¿Será el comienzo o la continuación de una Nueva Era? ...

“No estamos ahora en condiciones de describir con exactitud las escenas que ocurrirán en nuestro mundo en el futuro, pero si sabemos que este es un tiempo cuando debemos velar y orar porque el gran dia del Señor esta cercano.” 2MS 40.