HISTORIA DEL SOCIALISMO - El papel de los jesuitas

“Muchos de ellos se presentarán bajo más disfraces de los que haya usado jamás un jefe de los bohemios: como impresores, escritores, editores, maestros de escuela, etc. Si alguna asociación de personas ha merecido condenación eterna en esta tierra y en el infierno, es esta Sociedad de Loyola. Sin embargo, debido a nuestro sistema de libertad religiosa, sólo podemos ofrecerle refugio.”

Por Ricardo Puentes M.

Octubre 12 de 2009

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Los jesuitas han jugado un papel muy importante en la creación y establecimiento del comunismo en el mundo. Desde su llegada al continente americano de mano de las coronas española y portuguesa, fieles al papa, los jesuitas se involucraron activamente en las políticas internas y externas de los países donde estaban, afectando negativamente las condiciones de vida de los pueblos y haciendo un esfuerzo feroz para que las ideas renovadoras del racionalismo y la ciencia no llegaran a sus dominios ya que esto haría muy difícil la permanencia de su yugo sobre tales naciones.

Los jesuitas participaban y controlaban todas las áreas de la vida de los individuos. Política, educación, religión, asesoría matrimonial.. nada escapaba a su influjo. La economía tampoco.

Se consagraron al comercio y a la bolsa de valores. Incluso su Colegio Romano, rector de los colegios y universidades jesuitas en el mundo, se dedicó a hacer grandes cantidades de telas en Macerata, Italia, que luego vendía a cómodos precios por todo el mundo donde tenían dominio.

Sus negocios en la India y en América eran prósperos e influyentes.

jesuitas america

A ellos no les molestaba defender la causa de los esclavos negros en Cartagena de Indias y, al mismo tiempo, tener vastas plantaciones en Martinica, cultivadas por esclavos negros. Esa ha sido una constante del Vaticano. Nunca han despreciado la oportunidad de obtener ganancias económicas mediante sus conquistas “espirituales”.

Tal y como sucedió en Paraguay –con las famosas Reducciones- y en otras partes del mundo, los jesuitas aprovechaban al máximo la mano de obra de los paganos o, como diría Hitler (al servicio del papa), la mano de obra de las castas inferiores para hacerlos trabajar gratis.

Los hijos de Loyola tenían refinerías de azúcar, minas de plata, plantaciones de cacao, fábricas de alfombras, haciendas ganaderas, servicios de préstamos, etc.

Igual que hoy: son dueños de bancos, empresas de televisión, periódicos, industrias, equipos de fútbol, equipos de básquetbol y de béisbol, editoriales, sellos discográficos y, por supuesto, también controlan los principales partidos políticos. Están en todas partes, ya sea mediante fundaciones y organizaciones no gubernamentales “sin ánimo de lucro” que defraudan al fisco, o como columnistas obligados en los grandes periódicos; pueden estar al lado del presidente y, al mismo tiempo, asesorando a la oposición ideológica y armada.

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En Colombia conocimos el caso del arzobispo Isaías Duarte Cancino (asesinado por las FARC), miembro del “grupo de los seis”, quienes controlan y orientan el accionar de los paramilitares, y él mismo asesor espiritual del jefe de las AUC Carlos Castaño; también sabemos del cura jesuita Francisco de Roux, cercano a la izquierda, cuyo hermano es cabecilla del Polo Democrático, partido político de orientación socialista que es apoyado por la guerrilla de las FARC.

Los de la Conferencia Episcopal, bien puede un día estar asesorando al presidente Uribe y, al siguiente, alojar como invitado al guerrillero Granda para luego acompañarlo a Cuba donde Fidel, a quien le estrecha la mano y le da el parte de victoria.

Una de las maniobras que usaban los jesuitas durante la Colonia para estafar al fisco, se evidenció en la conocida historia de las famosas cajas de chocolate que eran ingresadas por la Orden a Europa. En realidad, las cajas no contenían chocolate sino oro en polvo. Por algo, el obispo Palafox, enviado por el papa Inocencio VIII como visitador apostólico, le escribió al pontífice que:

“toda la riqueza de Sudamérica está en manos de los jesuitas”.

Fue precisamente la inmoralidad y la codicia de la Orden, sus intrigas políticas y sus frecuentes crímenes, lo que les ha ganado que una y otra vez sean expulsados de los países donde han sido acogidos.

En Paraguay, por ejemplo, donde instituyeron las Reducciones (comunas) de indios guaraníes bajo su control total, los jesuitas habían hecho el ensayo de lo que posteriormente instaurarían en Rusia: el comunismo.

time jesuits

Fue allí donde los jesuitas armaron por primera vez una guerrilla revolucionaria. Sucedió así:

España y Portugal firmaron un tratado en 1750 para establecer los límites de sus colonias en Sudamérica. El tratado firmado le concedía a Portugal el territorio donde, precisamente, los jesuitas trabajaban explotando y esclavizando a los indios guaraníes.

Los jesuitas no iban a renunciar tan fácilmente a sus dominios y sus vastas plantaciones, así que armaron a sus conversos guaraníes y libraron una prolongada guerra de guerrillas que finalmente obtuvo la victoria para los jesuitas ganando ese territorio “para la corona española”.

¿Por qué no movieron sus influencias para que el rey de Portugal los dejara seguir con su negocio..?

Pues porque el primer ministro de Portugal, el marqués de Pombal, a pesar de ser discípulo de jesuitas, había acogido ideas de filósofos franceses e ingleses que eran contrarios al papado.

Poco después de finalizada la guerra en Paraguay, el marqués expulsó a todos los jesuitas de Portugal y sus dominios, y logró que el papa Benedicto XIV investigara a la Compañía de Jesús.

El error de los Jesuitas en Paraguay, dejándose llevar por su codicia, tuvo fuertes repercusiones en Europa que llevó a la Orden al borde de su desaparición. Lo de Portugal tuvo un efecto dominó. En Francia se confiscaron sus propiedades, en España los Borbones prohibieron todos los establecimientos de los jesuitas en la península y en sus colonias. Los gobiernos de Parma, Nápoles y Malta los desterraron.

El rey Carlos III apresó a 6.000 jesuitas y los envió al papa Clemente XIII quien estaba siendo presionado por las principales cortes europeas para que suprimiera la Orden. “Por fortuna” para los jesuitas, cuando el papa Clemente XIII estaba a punto de acceder a esa exigencia, y había ya convocado un consistorio donde anunciaría a los cardenales su decisión de suprimir definitivamente la Orden, el pontífice murió envenenado.

Pero el papa Clemente XIV, el sucesor del difunto, finalmente firmó la disolución en 1773. Poco después, este papa también murió envenenado.

Así, los jesuitas, aunque legalmente no existían, siguieron funcionando en Rusia, el único país que no los había proscrito. Conocido es de todos que el zar era defensor de la libertad religiosa.

Los jesuitas lo enfrentaron por este motivo, buscando que la educación de los rusos quedará en sus manos. Lograron convertir al catolicismo a varios miembros de la familia del zar, y algunos de sus ministros, y todo esto llevó al zar a firmar el decreto que los expulsaba de Rusia, en diciembre de 1815.

Finalmente, en 1820 los desterraron de toda Rusia. Pero ellos juraron volver. Como en efecto lo hicieron vengándose sobre la casa del zar: trajeron la revolución bolchevique a Rusia y sumieron al valiente pueblo ruso en la esclavitud socialista, misma que habían ensayado ya en Paraguay.

Los jesuitas en el siglo XIX

Durante los años de su proscripción, los jesuitas permanecieron en el anonimato y se mezclaron con el clero común y con otras órdenes, lo cual los ayudó a sobrevivir. Siguieron viviendo en Francia, Austria, España e Italia.

En 1794, en Bélgica, fundaron la Sociedad del Sagrado Corazón, un cuerpo docente, e instituyeron órdenes alternas, como la de los Hermanos de la Fe, que en 1799 se fusionarían, uniéndose a su vez con los jesuitas rusos. Poco a poco fueron cobrando vida de nuevo, para desventura de las naciones.

La Revolución Francesa le dio un nuevo aire a la Compañía de Loyola. Las monarquías, temerosas de que lo sucedido en Francia les ocurriera a ellos, recurrieron de nuevo a los jesuitas ya que sabían de sus capacidades para manipular a las masas. El mismo Napoleón I, quien había prometido que bajo su imperio no habría cabida para los jesuitas, una vez coronado como emperador, se valió de la ayuda de ellos para el establecimiento de un sistema educativo que mantuviera al pueblo sometido y alejado de las ideas revolucionarias protestantes.

Los jesuitas idearon la famosa “Congregación”, una hermandad precursora del Opus Dei, formada por eclesiásticos y laicos prestantes que lograron colocarse en posiciones influyentes en el ejército, la docencia, la administración, el comercio y la magistratura. La Congregación realizaba “misiones” a diferentes partes, incitando al pueblo a la rebelión y a la defensa armada de los intereses del papa. Cualquier parecido con el partido comunista clandestino colombiano, no es mera coincidencia.

En resumen, durante todo el siglo XIX, la Orden sufrió muchos altibajos. Fue expulsada y restituida varias veces en diferentes países. Donde quiera que los defensores de la mentalidad liberal ganaban el poder político, de allí eran expulsados; pero si ganaban los conservadores, nuevamente eran reestablecidos.

En países donde el protestantismo era mayoría, increíblemente los jesuitas vivían en relativa calma. Y esto se debía a que en esas naciones esa maléfica organización no podía –en esa época- ejercer control político ni financiero. Estos países donde permanecieron sin ser molestados fueron: Estados Unidos, Inglaterra, Suecia y Dinamarca.

Pero en estos países los jesuitas también encontraron la forma de influir. Paulatinamente, de manera serpentina, desplegaron una actividad constante y fructífera, gracias a que no eran restringidos por la ley, y penetraron todos los estamentos religiosos, políticos y económicos de estas naciones protestantes.

John Adams, el presidente de la Unión, le escribió en 1816 a Thomas Jefferson: “Muchos de ellos se presentarán bajo más disfraces de los que haya usado jamás un jefe de los bohemios: como impresores, escritores, editores, maestros de escuela, etc. Si alguna asociación de personas ha merecido condenación eterna en esta tierra y en el infierno, es esta Sociedad de Loyola. Sin embargo, debido a nuestro sistema de libertad religiosa, sólo podemos ofrecerle refugio”.

Lincoln murder

john adams

Los temores de Adams estaban justificados. Los jesuitas, cien años después, ya controlaban la política estadounidense, colocando presidentes que han servido a sus fines, como Clinton, Roosevelt, Barack Obama y otros más de los cuales ya hablaremos.

Los jesuitas lograron, gracias a su control sobre la educación de Sudamérica y otras partes del mundo, que los niños y jóvenes odiaran todo lo que encarnaba el ideal de la Constitución de los Estados Unidos: las libertades individuales.

No es gratuito el odio visceral hacia todo lo que tenga color gringo. Y es que esta tenebrosa orden, controlando los grandes capitales norteamericanos, ha hecho que sus empresas siembren el terror y exploten la mano de obra de latinoamericanos en nuestra propia tierra logrando el objetivo doble de lucro para ellos y odio hacia el pueblo norteamericano común y sus ideas protestantes. Ese es el modus operandi de ellos.

Así, en el siglo XIX, la Orden pudo mantener su control en los sistemas educativos de los países bajo su influencia. En la próxima entrega haremos un paréntesis de la situación de los jesuitas en el mundo, y veremos qué sucedía en Colombia después de la guerra de Independencia.

Fuente: Periodismo Sin Fronteras


Los jesuitas promueven las dictaduras marxistas

La historia confirma que Fidel Castro es un jesuita encubierto. La historia oculta sobre él es conocida por unos pocos historiadores competentes en el mundo. La fidelidad de este hombre es servir a la voluntad del General de los Jesuitas (Compañía de Jesús), con sede en EL VATICANO.

Permitamos que la historia del mundo exponga su verdadera identidad y que la historia de Cuba hable por sí misma:
Este es el sitio web siguiente de Cuba: http://www.cubaheritage.com

La página web es la biografía oficial cubana de Fidel Castro:

    1. Fidel Castro asistió a tres instituciones jesuitas. Colegio Lasalle y Colegio Dolores.
    1. Luego asistió a una universidad jesuita de “estudios preparatorios” – obviamente, lo que podríamos llamar un programa de “Estudios Generales” – en el Colegio Belén. “Estudios generales”, ya que, después de haberse matriculado allí, fue a la escuela de leyes.
    1. Después de graduarse de la escuela de derecho se unió a los ortodoxos o Partido Demócrata Cristiano. Mis lectores europeos reconocerán inmediatamente que éste es el partido católico romano. El primer partido de la Democracia Cristiana comenzó en Italia bajo Pío XI en 1920. Pío XI disolvió después ese partido y dedicó todo su apoyo a Benito Mussolini y sus fascistas. El líder de la Democracia Cristiana se vio obligado al exilio, aunque él y El Papa Pío XI se mantuvieron en buenos términos. Fue en Londres, que este líder conoció a un compañero de exilio – Avro Manhattan.

Volviendo a Fidel Castro: Castro estaba, obviamente, trabajando de pleno para los jesuitas cuando se unió al Partido Demócrata Cristiano como un joven abogado. Para el tiempo de la revolución cubana en 1958-59, los jesuitas en América Latina eran de ideología marxista-leninista, como Avro Manhattan y el ex sacerdote jesuita, Malachi Martin, bien documentaron.

Malachi Martin explica cómo, en 1963, los jesuitas se convirtieron en fanáticos comunistas de extrema izquierda, al mando de Pedro Arrupe, marxista y un gran defensor de Fidel Castro.

Martin documenta en su libro “The Jesuits and the Betrayal of the Roman Catholic Church” (Los jesuitas y la traición de la Iglesia Católica Romana) cómo los jesuitas procedieron a fomentar revoluciones comunistas en toda América Latina y África, con la ayuda de Castro.

El fallecido ex sacerdote jesuita Alberto Rivera, honestamente reveló que el General Jesuita Pedro Arrupe fue el jefe del Partido Comunista de España.

Malachi Martin dejó a los jesuitas en 1964, pero mientras trabajaba en el Vaticano, se dio cuenta del hecho de que éstos y muchos cardenales de alto rango, habían celebrado una Misa Negra en el Vaticano. (en la Catedral de San Pablo.). Durante esta Misa Negra, estos cardenales y jesuitas “instalaron” a Lucifer como jefe de la Iglesia de Roma. Malachi Martin creía que gran parte del clero romano, en ese momento, comenzó a practicar el abuso de menores como parte de sus ritos satánicos de culto.

En cualquier caso conviene tener en cuenta que Malachi Martin pasó a trabajar como asesor para dos Papas más, ya no como jesuita. Él realizó el trabajo textual en los Rollos del Mar Muerto (era una autoridad en lenguas semíticas). Se sacó una foto de Malachi Martin sentado entre el Papa Juan Pablo I (el Papa asesinado) y el Asistente del Papa, Diego Lorenzi en 1978, mucho después de que Martin había dejado a los jesuitas. La imagen aparece en la excelente exposición que David Yallop hace en su libro “In God’s Name” (En el nombre de Dios) acerca de la muerte de Juan Pablo I y el escándalo del Banco del Vaticano.
Volviendo a Castro y la Cuba comunista: Calvary Contender, un periódico independiente Bautista online, reporta que Henry Morris, el autor de “The Genesis Flood” (El diluvio del Génesis) informó que el Papa visitó recientemente Cuba. Castro y él compartieron el mismo podio. El Papa Juan Pablo II sonaba tan comunista como Castro.

“EL PAPA Y CASTRO suenan igual en el socialismo – Fidel Castro y el Papa Juan Pablo II se reunió el pasado mes de noviembre. Cuba es abrumadoramente católica. A los católicos se les permite unirse a su “oficialmente ateo” Partido Comunista. El Papa suena muy al estilo de Castro en sus frecuentes condenas del capitalismo, el consumismo y el sufrimiento de los pobres. Él dijo, en la Cumbre Mundial de Alimentos de la ONU en noviembre, que el desequilibrio entre ricos y pobres (“los que tienen y los que no tienen “) no puede ser tolerado”.

Vamos a consultar la historia del mundo en cuanto a lo que dice acerca del jesuitismo y el comunismo:

Desde principios del año 1600 hasta mediados del 1700, la Compañía de Jesús (Jesuitas) experimentó y construyó una “Utopia” comunista en América del Sur. Una forma de sistema social comunal esclavizando nativos inocentes, los “indios guaraníes”. Estos fueron llamados “Reducciones”, siendo la más famosa la REDUCCIÓN JESUITA DE PARAGUAY. Paraguay es una de las numerosas regiones de América del Sur que fueron colonias de España y Portugal.

El ministro portugués de El Rey, Marquis de Pombal, protestó ante el Vaticano diciendo que los jesuitas habían establecido su propio dominio dentro de los territorios reclamados por Portugal y España. Portugal y España descubrieron actividades mineras de los jesuitas en América del Sur, con la mano de obra de los indios guaraníes. La Reducción Jesuita en el Paraguay es la primera imagen del comunismo.

Karl Marx, (el padre del comunismo tradicional) fue entrenado en los principios del comunismo por los jesuitas en el Museo Británico en 1800, por cerca de 30 años.

Vladimir Lenin, fue entrenado por los Jesuitas en Ginebra (Suiza) acerca de los principios del comunismo. El embajador alemán en el Vaticano durante la República de Weimar y la Alemania nazi de Hitler, Diego Bergen, fue quien organizó la llegada de Stalin a Rusia desde Suiza, proporcionándole un tren sellado y completamente equipado (con la bandera del Vaticano en él). Fue cuando llegó a Rusia, que Lenin condujo la Revolución Bolchevique (Revolución Comunista Rusa).

León Trotsky, se le proporcionó un pasaje, de manera segura, desde Nueva York a Rusia para ayudar a la revolución bolchevique. Fue financiado por el recién establecido y jesuita, Federal Reserved Bank (Banco de Reserva Federal) el cual fue aprobado por un jesuita coadjutor temporal del presidente Woodrow Wilson, en connivencia con otro jesuita encubierto, el coronel Edward Mandel House.

El Banco de Reserva Federal financió la revolución bolchevique y esto quedó expuesto, a mediados de 1930, por El congresista Louis T. McFadden de Pennsylvania durante su discurso de privilegio en la Casa del Congreso de EE.UU.

Joseph Stalin, fue educado y entrenado por los Jesuitas en el seminario ortodoxo de Tiflis, Georgia, Rusia. Los jesuitas enseñaron los principios del comunismo a Stalin y al Cardenal Agagianian (Gregorio Pedro XV Agagianian fue Patriarca emérito de Cilicia de los Armenios y cardenal de la Iglesia Romana.)

Daniel Ortega , fue el jefe de los rebeldes sandinistas en Nicaragua y responsable del asesinato del presidente Anastasio Somoza. Fue el padre jesuita Fernando Cardenal quien formuló la Teología de la Liberación y la inyectó en los rebeldes sandinistas. Tanto Daniel Ortega como Fernando Cardenal fueron ayudados por el jesuita encubierto Fidel Castro. Esta nueva ideología se esparció por América del Sur y llegó a Sri Lanka, India y Filipinas. La Teología de la Liberación es catolicismo mezclado con marxismo y fue adoptada por los Padres Conrado Balweg y Luis Jalandoni.

Mao Tse Tung, fue entrenado por los Jesuitas alrededor de los principios del comunismo. En China, Mao Tse Tung fue ayudado y puesto en el poder por un conocido antropólogo jesuita, el padre Tielhard de Chardin.

Hasta este momento, sólo Colegios y Universidades de propiedad jesuitas de están enseñando teología de la liberación bajo el plan de estudios del programa de inmersión 141. Esta es una clara manifestación de que los jesuitas están enseñando comunismo o ideología marxista.

El ex maestro de Fidel Castro fue el padre jesuita Armando Llorente. El Padre Armando Llorente tiene 87 años y vive actualmente en una residencia jesuita en Miami, Florida. Exiliados nicaragüenses que ahora viven en Florida, EE.UU. culpan al padre jesuita Fernando Cardenal por ser el instigador de la guerra civil en Nicaragua llevada a cabo por los rebeldes sandinistas.

Cualquier persona que esté a punto de estudiar Historia del Mundo, ya la está estudiando o tiene un conocimiento adecuado acerca de la historia del mundo, no rebatirá estos temas y no estará de acuerdo en que son “teoría de la conspiración”.

Hay aproximadamente 6.000 libros escritos acerca de los jesuitas y muchos de estos libros fueron prohibidos, ya no hay manera de encontrarlos en ninguna librería famosa y se han perdido en las bibliotecas públicas de todo el mundo. La única biblioteca pública que continúa manteniendo estos libros raros y prohibidos acerca de los jesuitas es el Museo Británico de Londres. Pronto, los jesuitas los eliminarán también.

Fuente: Gnosis Primordial


Para mayor información: Espada Del Espíritu