El presidente chino, Xi Jinping, subraya el liderazgo comunista sobre la religión.

Los grupos religiosos en la China deben obedecer incondicionalmente al gobierno ateo del Partido Comunista, dijo el presidente chino en una reunión clave sobre la religión en este país según los medios estatales, al mismo tiempo en que Pekín endurece el control sobre las organizaciones de la sociedad civil y de las iglesias.

"Los grupos religiosos... deben adherirse a la dirección del Partido Comunista de China (PCC)," dijo Xi a los funcionarios del alto rango del partido comunista en una conferencia.

Pero los miembros del partido comunista deben ser "inflexiblemente ateos marxistas", dijo, exigiéndoles que "deben protegerse contra las infiltraciones extranjeras a través de medios religiosos."

Se estima que China es el hogar de cientos de millones de budistas, cristianos y musulmanes, por lo tanto el Partido Comunista busca "guiar" a los creyentes, a la vez que toma medidas enérgicas contra grupos religiosos "no oficiales".

Desde que Xi llegó al poder en el 2012, los funcionarios comunistas han tomado medidas más duras hacia la sociedad civil y religiosa.

En la provincia de Zhejiang en el este, las autoridades locales han demolido en los últimos años iglesias o han retirado cruces de los exteriores de los edificios en una campaña que los grupos de derechos humanos afirman que han impactado a cientos de parroquias.

"Debemos guiar y educar a los círculos religiosos y a sus seguidores con valores socialistas fundamentales." Declaró Xi Jinping.

Fuente: Yahoo News

Fuente: El Nuevo Herald