Un jesuita europeo - Antonio Spadaro - y un pastor protestante latino - Marcelo Figueroa - se unieron para redactar un artículo en La Civiltà Cattolica que ha causado gran escándalo y debate tanto en el mundo religioso como en la prensa internacional.

El artículo publicado por Antonio Spadaro y Marcelo Figueroa en La Civiltà Cattolica ha causado gran escándalo y debate. El eco llegó a los medios de todo el mundo y muchos católicos de Estados Unidos respondieron resentidos. No es de extrañar: tocó temas importantes y delicados y lo hizo sin irse por las ramas. Denunció sin titubeos el curioso ecumenismo formado en los Estados Unidos por evangélicos y católicos integralistas; un eje fundamentalista, según los autores, que conduce a una visión maniquea de la realidad que atrajo a los presidentes republicanos de las últimas décadas.

Religión y política, un cóctel peligroso

"Al revés del ecumenismo que mira hacia el futuro y construye puentes, el fundamentalista postula la misión providencial de los Estados Unidos, interpreta el mundo como el terreno de la eterna lucha entre el bien y el mal y anuncia el inminente apocalipsis para teorizar la violencia purificadora contra los enemigos: la guerra santa, el Dios de los ejércitos."

Fuente: La Nación

Según Spadaro y Figueroa, el ecumenismo "fundamentalista" que se está desarrollando en los EEUU es muy diferente al ecumenismo de "paz" que promueve el papa Francisco. Sin embargo, lo que los autores jesuitas esconden en su artículo es que ese "fundamentalista" ecumenismo que se está desarrollando en los EEUU está promovido por Roma, así que no puede tener otro fin distinto al ecumenismo de "paz" que dice abogar la cabeza visible del papado. Es exactamente el mismo diablo con otro disfraz.

¿Por qué estos jesuitas quieren separar a Roma del ecumenismo de los EEUU? Quizás por el hecho de que la cabeza política de los EEUU - Donald Trump - es un personaje tan controversial, y considerando que su base principal es justamente ese ecumenismo evangélico-católico estadounidense, que en caso de que el presidente estadounidense no logre sobrevivir a la marea de conflictos bajo la cual se encuentra la casa blanca, ellos puedan dejar que ese barco se hunda solo sin que Roma se vea afectada en su meta ecuménica y política en los EEUU.

Hay que recordar que la revista La Civiltá Cattolica es una revista jesuita, cuyos textos son revisados y aprobados por la Secretaría de Estado del Vaticano. Por lo tanto, esta "crítica" al ecumenismo estadounidense tiene que ser parte de una maniobra política del Vaticano, especialmente ahora que está bajo el control total de los jesuitas.

El artículo fue co-escrito por Antonio Spadaro, editor en jefe de esa revista jesuita, y Marcelo Figueroa, líder presbiteriano y editor en jefe de la edición argentina de L'Osservatore Romano, el diario del Vaticano. Ambos hombres son considerados como confidentes del papa Francisco y La Civiltá Cattolica también es vista como vocera de la Santa Sede, ya que su texto es revisado y aprobado por la Secretaría de Estado del Vaticano antes de su publicación

Spadaro y Figueroa iniciaron el informe analizando el lema de Estados Unidos, "En Dios confiamos", diciendo que para algunos esto "es una simple declaración de fe", pero para otros es "la síntesis de una fusión problemática entre la religión y el estado, la fe y la política, valores religiosos y economía". Los autores sostienen que, en las últimas décadas, la política estadounidense ha sido moldeada por "la religión, el maniqueísmo político y un culto al apocalipsis".

Fuente: Infobae

En este sentido, los jesuitas tienen razón de estar molestos con este ecumenismo estadounidense ya que es justamente el sector evangélico-católico de los EEUU quien más duramente se opone a ver al "cambio climático" como una amenaza real, y más bien lo ven como un invento de parte de la elite globalista, a la cual no la asocian con Roma.

Los jesuitas están molestos de que su base política y religiosa principal de esa nación es justamente la piedra que les impide convencer al mundo entero de que la imposición del domingo como día de reposo obligatorio es la solución al cambio climático. Claramente éste grupo ecuménico aceptaría una ley dominical, el problema es cómo aceptarán la solución al problema si primero no quieren aceptar el problema? Seguramente aquí radica la molestia del Vaticano con este ecumenismo americano: Mientras este ecumenismo estadounidense no acepte que el calentamiento global es una amenaza "real", entonces no le puede servir para sus fines políticos ni religiosos en la América Protestante.

Es por esto que estos jesuitas deciden llamarlo un ecumenismo "fundamentalista" - ellos quieren que esta palabra "fundamentalista" sea asociado a cualquier cosa como algo MALO y TERRIBLE. Así sea el Islam, el ecumenismo, el cristianismo... si es "fundamentalista" es MALO. Quita la palabra "fundamentalista" y vuelve a ser BUENO de nuevo. Ellos necesitan usar este adjetivo como línea divisoria entre lo que ellos quieren que se considere como BUENO y lo que ellos quieren que se considere como MALO, pues cuando se imponga la ley dominical, cualquier detractor que quiera abrir una Biblia y hablar del cuarto mandamiento deberá ser calificado como "fundamentalista" y por ende: como MALO.

"Otro aspecto interesante es la relación con la creación de estos grupos religiosos que se componen principalmente de blancos del profundo sur americano", afirmaron el padre Spadaro y Figueroa.

Lo que estos jesuitas no admiten es que fue el sur de los EEUU la base de los jesuitas en la guerra civil americana. Mientras que en los estados del norte se unieron los protestantes que querían librarse del yugo romano, los estados del sur estaban bajo el apoyo del Vaticano. Qué duro para Roma que ahora sea haya dado vuelta la torta: los estados del norte están alarmados por el "cambio climático" mientras que los estados del sur no creen en su ciencia ficción.

"Hay una especie de 'anestésico' con respecto a los desastres ecológicos y los problemas generados por el cambio climático. Ellos profesan el 'dominionismo' y consideran a los ecologistas como personas que están en contra de la fe cristiana".

También citaron a Rousas Rushdoony, un pastor protestante del siglo XX, y señalaron su influencia en Steve Bannon, el jefe de estrategias de la Casa Blanca en el gobierno de Trump. Según Spadaro y Figueroa, Rushdoony apoya la sujeción de las normas públicas a la moral religiosa y una "necesidad teocrática" que "somete el Estado a la Biblia con una lógica que no es diferente de la que inspira al fundamentalismo islámico".

Fuente: Infobae

Llama la atención que estos jesuitas están alarmados de la unión del Estado a la Biblia, y lo comparan con el fundamentalismo islámico. ¿Acaso no ha sido el Vaticano el estado teocrático más largo de la historia en la edad media? ¿Acaso no sueña el papado con volver a reinar en un estado teocrático al mundo entero? El miedo del Vaticano no es que se instituya un estado teocrático en los EEUU, el miedo es que esa teología esté basado en la Biblia en lugar de los dogmas de la iglesia católica.

Los jesuitas describieron esto como un paradójico "ecumenismo del odio" que contrasta con el ecumenismo del papa Francisco, "que se mueve bajo el impulso de la inclusión, la paz, el encuentro y los puentes".

Sin embargo ese ecumenismo del papa Francisco, se mueve "balo el impuslo de la inclusión, la paz, el encuentro, y los puentes" siempre y cuando el hombre se SOMETA al papado. Recientemente varios medios han reportado como el papa Francisco está haciendo una limpieza en el Vaticano: está removiendo a todo sacerdote, cardenal, obispo que se oponga a su plan y a sus métodos. ¿Qué tipo de inclusión y puente y paz puede sembrar este hombre, cuando en su propia casa no admite a las personas que opinan diferente de él? Claramente es un "ecumenismo de paz" sólo de boca, más en la práctica se ve que no se lleva a la acción. Todo aquel que se rehúse aceptar el ecumenismo de la misericordia del papa se las tendrá que ver con el ecumenismo del odio de la inquisición.

Pero si hay algo que sí debemos rescatar de este artículo jesuita es lo siguiente:

"Basándose en los valores del fundamentalismo se está desarrollando una extraña forma de sorprendente ecumenismo entre fundamentalistas evangélicos y católicos integristas, unidos por la misma voluntad de una influencia religiosa directa en la dimensión política."

"Tanto los evangélicos como los católicos integristas condenan el ecumenismo tradicional y, sin embargo, promueven un ecumenismo del conflicto que los une en el sueño nostálgico de un Estado de rasgos teocráticos."

Fuente: La Civiltà Cattolica Iberoamericana

Efectivamente se está desarrollando dentro de los EEUU, en el protestantismo apóstata, la imagen de la bestia. Y si bien ahora esta unión de iglesias protestantes apóstatas no está todavía influyendo para que el Estado promulgue un decreto que de honor a Roma, el ángel que detiene estos eventos pronto retirará su brazo protector y entonces veremos con nuestros propios ojos la formación de esta imagen de la bestia en el territorio americano.

"En los movimientos que se realizan actualmente en los Estados Unidos de Norteamérica para asegurar el apoyo del estado a las instituciones y prácticas de la iglesia, los protestantes están siguiendo las huellas de los papistas. Más aún, están abriendo la puerta para que el papado recobre en la América protestante la supremacía que perdió en el Viejo Mundo. Y lo queda más significado a esta tendencia es la circunstancia de que el objeto principal que se tiene en vista es imponer la observancia del domingo, institución que vió la luz en Roma y que el papado proclama como signo de su autoridad. Es el espíritu del papado, es decir, el espíritu de conformidad con las costumbres mundanas, la mayor veneración por las tradiciones humanas que por los mandamientos de Dios, el que está penetrando en las iglesias protestantes e induciéndolas a hacer la misma obra de exaltación del domingo que el papado hizo antes que ellas.

"La profecía del capítulo 13 del Apocalipsis declara que el poder representado por la bestia de cuernos semejantes a los de un cordero haría “que la tierra y los que en ella habitan” adorasen al papado—que está simbolizado en ese capítulo por una bestia “parecida a un leopardo.” La bestia de dos cuernos dirá también “a los que habitan sobre la tierra, que hagan una imagen de la bestia;” y además mandará que “todos, pequeños y grandes, así ricos como pobres, así libres como esclavos,” tengan la marca de la bestia. Apocalipsis 13:11-16 (VM).

"Se ha demostrado que los Estados Unidos de Norteamérica son el poder representado por la bestia de dos cuernos semejantes a los de un cordero, y que esta profecía se cumplirá cuando los Estados Unidos hagan obligatoria la observancia del domingo, que Roma declara ser el signo característico de su supremacía. Pero los Estados Unidos no serán los únicos que rindan homenaje al papado. La influencia de Roma en los países que en otro tiempo reconocían su dominio, dista mucho de haber sido destruída. Y la profecía predice la restauración de su poder. “Y vi una de sus cabezas como si hubiese sido herida de muerte; y su herida mortal fué sanada; y toda la tierra maravillóse, yendo en pos de la bestia.” Vers. 3 (VM). La herida mortal que le fué ocasionada se refiere a la caída del papado en 1798. Después de eso, dice el profeta, “su herida mortal fué sanada; y toda la tierra maravillóse, yendo en pos de la bestia.” San Pablo dice claramente que el hombre de pecado subsistirá hasta el segundo advenimiento. 2 Tesalonicenses 2:8. Proseguirá su obra de engaño hasta el mismo fin del tiempo, y el revelador declara refiriéndose también al papado: “Todos los que moran en la tierra le adoraron, cuyos nombres no están escritos en el libro de la vida.” Apocalipsis 13:8. Tanto en el Viejo como en el Nuevo Mundo se le tributará homenaje al papado por medio del honor que se conferirá a la institución del domingo, la cual descansa únicamente sobre la autoridad de la iglesia romana.

Ellen G. White - "El Conflicto de los Siglos"